lunes, 9 de abril de 2018

Reseña Bajo los altos cirros, de Ana María Lorenzo





Reseña Bajo los altos cirros

De poesía sé muy poco, o tal vez sería mejor decir que entiendo poco. Tanto que, una vez en un evento, al recitar alguien uno de los diez o doce pomas que yo tengo escritas, dijo que era antigua porque estaba rimada, pero que estaba bien.
Lo que sí puedo ver en un poemario es si está bien escrito, los recursos que su utilizan, el vocabulario del que se surte y, sobre todo, la transmisión de sensaciones y sentimientos que una buena oda te hace sentir.
Bajo los altos cirros es, además, una antología de Ana María Lorenzo, reconocida por muchos como una de las mejores poetisas vivas españolas. Por eso, nunca se puede decir de sus poemarios que es uno más, porque cada novedad es un flujo de ideas, amores, desamores, desazones, alegrías y tristezas que alborozan y embargan el alma.
Otro libro imprescindible de Ana María Lorenzo. No hay que perdérselo.

Reseña de El canto de las cigarras, de Ana María Lorenzo


El canto de las cigarras es un libro que trata sobre una escritora ya establecido en la vejez pero que, lejos de constreñirse a un argumento en apariencia tan limitado, desborda estos límites para contarnos varias historias en una.
Porque la novelista que protagoniza la obra nos va narrando el libro que está escribiendo, una novela de ciencia ficción, porque nos cuenta los problemas con sus hijos, que incluso llegan a maltratarla para obtener sus fines, heredarla en vida, y nos cuenta una deliciosa historia de amor entre dos mujeres, la autora y Pepa, una psicóloga joven de pasado turbulento que parece haber encontrado la tranquilidad al lado de la anciana.
El fondo de la novela es el paisaje provenzal, una excusa para narrar una historia que se nutre de las otras que van surgiendo a través de la trama, que forman un cuerpo muy coherente que desemboca en el final poco deseado de la misma. El canto de las cigarras es un libro muy bien escrito, excelentemente trazado, emplazado fuera de todo género, que jamás se hace aburrido, más bien al contrario, la amenidad desborda a través de todas sus páginas, desarrolladas con una coherencia que no suele ser muy habitual en un argumento con tantas intersecciones de personajes distintos, situaciones pequeñas y grandes que acuden al encuentro del nudo principal del relato que hilvana el libro.
Un tema que me parece muy importante resaltar es el tratamiento de una relación lesbiana por una autora, Ana Lorenzo, que no lo es, un camino imprescindible para entender que el amor viene dictado por los sentimientos, más allá de postureos o tomas de posición aparentemente irreversibles que nunca deberían serlo tanto.